Se declara que es política pública del Estado Libre Asociado, proteger y conservar el Monte Santa Ana. Este constituye un recurso natural único por ser una formación natural, por ser conductor y recipiente para el flujo de aguas subterráneas; y por proveer un hábitat para vida silvestre.
Este Monte es, por lo tanto, una herencia de la naturaleza que amerita protección inmediata para evitar que se ocasionen daños irreparables o sea destruido.